Llegamos a Arévalo a media tarde del viernes, sin saber qué nos íbamos a encontrar pero con la misión de pasar un fin de semana entre despistaos y sobrevivir al desparrame.
Llamo a Isma para ver dónde nos unimos a la ruta de bares pero no me coge. 'Claro, estará por ahí haciendo de las suyas', de repente, qué es eso que suena? Oigo una trompeta y un tambor. Por aquí. Hemos encontrado la senda de la charanga.

Flau & compañía
En cuanto entramos en el Nirvana, nos encontramos a Isma con esa sonrisa que siempre tiene pintada en la cara y con un tubo de la mano. Nos da la bienvenida y lo primero que nos dice: 'Tíos, acabamos de asaltar una peluquería, jajaja'. Nos echamos unas risas. Llegamos un poco en frío pero con esa frase y un par de birras hemos entrado de lleno en nuestro primer Despicumple.

El son de las dulzainas de Flau y Cía nos descubre las capacidades bailongas del Flauty con el Baile de la fruta, se nos van los pies cuando tocan Oliver y Benji y no podemos dejar de botar con Jartos de aguantar de los Reinci... y por arte de magia el grupo de gente, cada vez más numeroso conforme avanza la tarde, se va convirtiendo en una serie de compis de risas y bailes y casi casi en amigos de toda vida. Empezamos a entender qué es un Aniversario y por qué son tan legendarios. Ya en el Pasajes nos encontramos con gente de Guadalajara, de Zaragoza, de Tarragona, salmatinos, asturianos...y hasta dos chicas venidas de México para la ocasión (bueno, en realidad ya estaban por aquí pero la primera impresión es como, 'estas sí que se apuntan a un bombardeo!').

Paisano
Los coches se unen a la charanga por las calles de Arévalo (vaya, la calle que une los bares del pasaje con la plaza, 100 metros de caminata) y la muchedumbre puede atravesar los coches sin ningún problema siempre y cuando vayan bailando. A las puertas del Victoria se congrega la plana mayor de la familia despistá acompañados por los paisanos ojipláticos que no dan mucho crédito al despliegue. Una abuela no pierde detalle tras su visillo.

Después de toda la tarde dando tumbos, merecemos un buen bocata de calamares acompañado por el kit completo, a saber, jarra de cerveza, café y patxarán Etxeko...que nos mantiene a tono para lo que nos espera a continuación. Porque en la despi-agenda apenas hay un momento de respiro.

De Acero
Ya he dejado entrever mi debilidad por Extremoduro en alguna que otra ocasión, así que me parece un plan perfecto que nuestro primer concierto de la noche corra a cargo de su mejor, para mí, grupo tributo, De Acero. Llegamos con el concierto algo empezado y nada más entrar en Le Matin está sonando Golfa (canción que algún día será de la semana en Festivaleros!). No puedo evitar soltar una sonrisa y acordarme de la luna (asociaciones personales). La emoción no baja ya en todo el concierto. Con energía y sentimiento desgranan los himnos de toda la vida, nuestros himnos, tuyos y míos, y me gusta especialmente el toque que le dan a Salir, a Decidí y por supuesto a Bribliblibli, por elegir algunas. Y me encanta una de las canciones propias de su EP A secas, 'Salgo y no entro', porque esa frase es una de las características que nos definen a Los Festivaleros!.
Al acabar el concierto, con el subidón, pienso que D.A.0. ya soy de la cabeza a los pies. Pero no se lo conteis a nadie!. Además, lo majos que son, cohone! Hoy nos enteramos que van a dar un impulso a su carrera aparte de la banda tributo, y que se embarcan a grabar su primer LP bajo las siglas de su nombre. Suerte chicos!

Isma y Alfonso
A continuación salen A Pelo y Tu a cantarnos, o mejor, a invitarnos al desparrame cantando a los Platero y volvemos a flipar con Juliette, Ya no existe la vida, el combo Si te vas + Ama y ensancha el alma, disfrutando de un buen kalimotxo. Dan continuidad al concierto anterior y rematan la noche como una de esas mágicas. Nos presentan también canciones propias con el nombre de A Media Tea de su disco Con uñas y dientes, demostrando el buen hacer y todas las tablas obtenidas durante sus años de tributo. Otros salaos estos chicos.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que estos son de los mejores grupos de tributo que hay por estas tierras (y hay ya unos cuantos) y recomendarlos desde aquí.

Salimos a tomar un poco el aire, frío, de Arévalo, después de una noche de música con mayúsculas, y allí estaba Flau, que algún día me explicará de donde salió el personaje trajeado, repeinado, con un maletín y repartiendo panfletos comuneros, que nos preguntó si éramos republicanos o budistas (?). Cosas que pasan en un Aniversario a las tantas. Eso sí, la conversación sobre Evaristo y la Polla queda entre nosotros tío.

Unas horas y unas cuantas canciones después, la noche acabó...cuando empezó la mañana.

Continuará...

kboy

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